

Nutrición con alma: bienestar integral con enfoque consciente
Porque alimentarte es cuidar tu cuerpo, tu energía y tu paz interior.
Encontrar mi equilibrio me llevó a la nutrición
Hubo un momento en el que tuve que parar y mirarme de verdad. No fue solo aprender qué comer, sino descubrir cómo quería vivir y cuidarme, creando hábitos sostenibles. Y ahí entendí que alimentarse va mucho más allá de un plan: es escucharte, atender lo que necesitas y sentirte bien por dentro y por fuera.

Mi trayectoria y experiencia
Desde entonces supe que quería dedicarme a acompañar a otras personas en su propio camino hacia el equilibrio. No con dietas rígidas ni soluciones rápidas, sino con acompañamiento cercano y adaptado a cada historia. En cada sesión pongo sinceridad, empatía y compromiso. Porque tan importante como cuidar lo que comes es cuidar cómo te sientes. Mi propósito es darte herramientas y confianza para tomar decisiones que te hagan bien, de forma sencilla y disfrutando del camino.
Para mí, la nutrición es celebrar los pequeños logros, reconectar con tu energía y encontrar una forma de comer que encaje contigo y con tu vida. Creo en unir ciencia y sensibilidad, abordando tanto la salud física como la emocional, y transmitiendo que sí es posible vivir en equilibrio, siguiendo un enfoque de nutrición consciente y sostenible.
Hola, soy Begoña Hernández
Apasionada de la nutrición y del cuidado integral de las personas. Confío en que para acompañarte de verdad hay que verte como un todo: cuerpo, mente y energía. Por eso, mi forma de trabajar se nutre de ciencia, sí… pero también de conexión interior, escucha activa y respeto por tu propio ritmo. Trabajo online con personas de cualquier lugar y también acompaño en Madrid a quienes buscan un enfoque consciente y personalizado. Mi deseo es que encuentres una manera de alimentarte que no solo te nutra, sino que te devuelva a tu centro y te llene de energía para vivir con plenitud.

Mi historia
Mi camino hasta aquí no ha sido lineal… y ahí está parte de su magia.

Vivo en Madrid, pero nací en Lanzarote, rodeada de mar, arte y naturaleza. Desde pequeña me fascinaban las Bellas Artes y el cuidado de la infancia. Trabajé durante años en centros infantiles y me formé en arte, aprendiendo paciencia, creatividad y la belleza de acompañar procesos de crecimiento.

Pero la vida me tenía preparada otra lección. Conviví durante años con un problema digestivo sin diagnosticar. Mi relación con la comida cambió: malestar constante, miedo a comer, subidas y bajadas de peso… y siempre bajo el juicio externo de “estás bien” o “estás mal”. Con el tiempo entendí que estaba en desequilibrio: cuerpo, mente y espíritu. Busqué ayuda, inicié terapia y descubrí que la salud no es solo lo que comes: es cómo te sientes, cómo te hablas y cómo te cuidas.
Paso a paso recuperé mi confianza, escuché a mi cuerpo y reconecté con mi energía. Esa experiencia me llevó a estudiar nutrición clínica y psiconutrición, especializándome en patologías digestivas, TCA y bienestar integral, y a crear la filosofía que hoy guía Conpulpa.

Conpulpa nace de la certeza de que cada proceso es único y merece ser escuchado, respetado y cuidado.
Mi recorrido profesional y formativo
A lo largo de mi vida he hecho muchas cosas distintas… y creo que ahí está parte de mi riqueza como persona y como profesional.
He trabajado en centros infantiles, ludotecas y hogares, acompañando a niños y niñas en sus primeros pasos. También he pasado por el mundo de la hostelería, el comercio y la farmacia, donde aprendí la importancia del trato cercano, la organización y la atención a las necesidades de cada persona. Incluso tuve la oportunidad de trabajar en ALPEDIA, formando parte de un equipo maravilloso que realizaba inmunoterapia oral a niños con alergias alimentarias.

Mi interés por la educación y el bienestar integral también me ha guiado hacia ámbitos como la pedagogía Waldorf infantil, la pedagogía social, el estudio de la biografía personal, la educación emocional, la inclusión social, la psicología y la atención temprana. Estas formaciones, junto con otras muchas que he realizado por puro placer de aprender, han nutrido mi manera de acompañar procesos de cambio.

En paralelo, y en distintos momentos, he ido ampliando mi formación. Me gradué como Técnica Superior en Dietética y actualmente estoy finalizando el Grado universitario en Nutrición Humana y Dietética. Me he formado en nutrición clínica avanzada, patologías digestivas, psiconutrición y TCA (trastornos de la conducta alimentaria).

Formación académica y complementaria
(Spoiler: ¡es muy variada!)
Técnica Superior en Dietética – Formación reglada
Grado en Nutrición Humana y Dietética – En curso
Nutrición clínica avanzada – ICNS Instituto
Patologías digestivas – Ángela Moreno, Carlos Moratilla, Virginia Gómez
Experto en psiconutrición – Norte Salud Nutrición
Nutricionista experta en TCA – Esto Es Nutrición
Pedagogía Waldorf infantil y pedagogía social – Centro Waldorf-Steiner Lanzarote Tamaragua
Formaciones en educación emocional, inclusión social, atención temprana, ludotecas y trastornos de conducta infantil – Divulgación Dinámica
Estudios universitarios parciales en Magisterio y Bellas Artes
Un poquito más sobre mí…
El mar es mi elemento. Cuanto más fría esté el agua, mejor. Puedo quedarme dentro hasta que no sienta los pies.
El deporte y yo tenemos una relación curiosa. El entrenamiento de fuerza me cuesta horrores… pero dame algo de alta intensidad y me tienes feliz.
Adoro los animales. Tengo una perrita llamada Tara que es mi sombra y mi mejor compañía.

Podcasts y música, siempre. Canto a todo pulmón, aunque desafine. Si me escuchas, lo siento… o no.
Planear conmigo no es fácil. Soy muy casera, pero mis amigos ya me conocen y me quieren así.


Tengo un lado muy Disney. Con un amigo inventamos películas en nuestra cabeza… y sí, hasta les ponemos banda sonora.
Mis amigos son familia. Están repartidos por el mundo y siempre están ahí cuando los necesito.
Soy de madrugar… a mi manera. Me encanta ver el cielo azul y la luz del sol, aunque levantarme temprano sea una pequeña lucha.

Perderme por el bosque me recarga. Escuchar las hojas y sentir la calma me devuelve a mi centro.
Café frío y comida fría, siempre. No es lo habitual, pero ya me he acostumbrado a las bromas.
